¿Cómo ser feliz? Esta es probablemente una de las cuestiones que más interesa en nuestra sociedad y también una de las más difíciles de responder. Para hacerlo, primero hay que entender qué es la felicidad. Esta se define como la sensación de bienestar con uno mismo. Es decir, es un estado mental que se caracteriza por sentimientos de alegría, amor, satisfacción, o placer.¹

¿Qué nos hace ser felices?

Al contrario de lo que algunos pudieran pensar, los niveles de felicidad no los incrementan la abundancia de bienes materiales o la riqueza.^2,3 Curiosamente, Gallup, una encuesta global que se realiza de manera anual y evalúa el estado emocional y la felicidad de la población, ha situado algunos países de reducido poder adquisitivo, como Indonesia o ciertos países de Latinoamérica, entre los más felices del mundo.⁴ Entonces, ¿qué es lo que nos hace ser felices?

En psicología existe, por ejemplo, la teoría del setpoint, o punto fijo, que postula que cada individuo tiene un nivel determinado de felicidad que viene influido por su genética y su personalidad. De acuerdo con esta teoría, los niveles de felicidad pueden fluctuar dependiendo de los eventos positivos y negativos que sucedan en nuestra vida. Problemas como la pérdida de un trabajo, las rupturas sentimentales, o el diagnóstico de un problema de salud grave podrían disminuir estos niveles de felicidad, pero con el tiempo estos tenderían a volver al punto inicial. Esta fluctuación se conoce como adaptación hedónica.⁵

No obstante, como veremos a continuación, también hay maneras de fomentar nuestra felicidad.

La felicidad, ¿el secreto mejor guardado?

Una de las encuestas más importantes sobre felicidad en el mundo reveló que el altruismo es el aspecto más relacionado con la felicidad a largo plazo. Ayudar a los demás nos hace sentir bien e incrementa nuestra autoestima. Aunque es cierto que otros aspectos de la vida como el progreso profesional, el dinero y la vida sentimental también nos hacen sentir bien, estos no nos llenan tanto como lo hace el altruismo⁵.

Según publicó la Universidad de Harvard, algunas pequeñas acciones como las que te proponemos a continuación pueden ayudarte a ser más feliz.⁶

• Hacer deporte: numerosos estudios indican que las rutinas de ejercicio incrementan las puntuaciones de bienestar que miden los niveles de felicidad y de satisfacción en la vida.(7) La práctica de ejercicio físico fomenta la producción de las llamadas “hormonas de la felicidad”, como las endorfinas, la dopamina o la serotonina, que regulan el estado de ánimo y nos hacen sentir placer y alegría.⁸
• Simplificar el ocio y el trabajo: los expertos recomiendan identificar lo que es realmente importante y concentrarnos en ello, en lugar de abarcar demasiados proyectos o distracciones al mismo tiempo. Esto puede aplicarse tanto en el ámbito social como en el profesional.
• Meditación y mindfulness: se ha podido comprobar como los retiros de meditación reducen los niveles de ansiedad o estrés, y mejoran la calidad de vida.⁹ Los ejercicios de mindfulness también están asociados con las emociones positivas y con una mayor apreciación de los placeres de las actividades cotidianas de la vida.¹⁰

Gestionar las emociones es una de las claves para ser más felices

Otras prácticas muy importantes para ser más felices son las relacionadas con la gestión emocional,⁶ como por ejemplo:

• Perdonar y ser más tolerantes con los fracasos de uno mismo.
• Agradecer las cosas buenas y los pequeños momentos que nos suceden, en lugar de darlos por sentados.
• Aprender a ser resiliente. La resiliencia es la capacidad de enfrentarse a circunstancias adversas y salir de ellas generando un aprendizaje de cara al futuro.

Psicología positiva, una tendencia creciente

La psicología positiva es una rama de la psicología que ha cogido fuerza en los últimos años y estudia los beneficios de potenciar las emociones positivas. Los estudios indican que, de entre las emociones positivas, las que más se relacionan con el aumento de la felicidad son la gratitud, el optimismo, el entusiasmo, la curiosidad, la capacidad de amar y la capacidad de ser amado.

Potenciar estas emociones y cualidades nos ayudará a ser más felices, y también a reducir el riesgo de posibles problemas de salud mental.