¿Qué es el miedo? ¿Por qué lo sentimos?
El miedo es una emoción que se produce de manera frecuente en nuestro organismo como respuesta ante un posible peligro. Gracias al miedo, nuestro cuerpo se prepara para hacer frente a situaciones que podrían suponer una amenaza para nuestra seguridad.1
La amígdala es una región de nuestro cerebro que se encarga de procesar las señales de amenaza y de regular el miedo. Otras estructuras cerebrales como la ínsula, la corteza cingulada anterior o la corteza prefrontal dorsolateral también juegan un papel destacado en la elaboración de la respuesta del miedo. Si percibimos información a través de nuestros sentidos que el cerebro interpreta como una posible amenaza, empezaremos a sudar, se acelerará nuestro ritmo cardíaco, se tensarán nuestros músculos y se activarán las respuestas de huida o de lucha.1-3
El miedo es un mecanismo evolutivo que nos prepara para responder ante un potencial peligro
La amígdala es una de las principales regiones cerebrales que regula la respuesta de miedo
¿Qué puede haber detrás del miedo?
El miedo es una emoción que todos hemos sentido en determinados momentos, y no tiene por qué ser algo negativo. El miedo es una respuesta que nos prepara para escapar de una potencial amenaza, facilitando nuestra supervivencia. El miedo y la ansiedad son reacciones emocionales prácticamente equiparables, aunque algunos expertos las diferencian en función de los estímulos que las disparan: el miedo suele reservarse a situaciones que amenazan nuestra integridad física (p. ej. estrellarse en un vehículo a toda velocidad) y la ansiedad a situaciones más inciertas o ambiguas que pueden amenazar nuestros intereses (p. ej. hacer el ridículo en público o fallar en un examen).1,4,5 Un cierto punto de ansiedad puede facilitar la tensión necesaria para un buen rendimiento en una charla o una prueba pero un exceso tendrá el efecto contrario.
Más allá de las sutiles diferencias entre miedo o ansiedad, el problema radica cuando esas señales de amenaza se disparan de forma continua e intensa y lo hacen frente a estímulos que no deberían resultar amenazantes. Esto nos puede llevar a huir o evitar situaciones donde no deberíamos sentirnos inseguros, generando limitaciones y agravando gradualmente el problema. La presencia continuada de miedo, nerviosismo, desasosiego, inquietud y de otras sensaciones corporales (como palpitaciones, tensión muscular, sudoraciones, etc.) junto a temores o fobias irracionales y conductas evitativas, pueden ser una señal que nos alerte de algún problema relacionado con nuestra salud mental.6
La ansiedad es una reacción normal frente al estrés, que se acompaña de una sensación de activación frente a una situación de incertidumbre. Esa activación puede ser intensa y desproporcionada y acompañarse de intranquilidad, sensaciones corporales molestas, desconcentración y temores entre otros. En las personas con trastornos de ansiedad, la ansiedad y el miedo llega a convertirse en algo persistente, pudiendo crear limitaciones importantes y afectar a la calidad de vida.4-6
Las fobias son trastornos de ansiedad en los que existe un miedo muy intenso e irracional frente a algo que en realidad supone poco o ningún peligro real. La persona presenta un gran sufrimiento y ansiedad al encontrarse frente a ese estímulo, llevándole a huir lo antes posible o a evitarlo por todos los medios.7,8
Un estado continuo de ansiedad, temores o inquietud también puede alertarnos de un posible trastorno depresivo cuando se acompaña de otros síntomas.9,10
Descubre el papel del miedo en la salud mental
Si te sientes identificado con alguno de estos síntomas, acude a tu médico.
Inquietud continua
Ansiedad o estrés generalizados
Miedos irracionales que afectan a la calidad de vida
La ayuda profesional te proporcionará las herramientas necesarias para hacer frente a posibles problemas relacionados con el miedo, las inquietudes o la ansiedad
La relación entre el miedo y la ansiedad
Cuando tenemos ansiedad, sentimos intranquilidad, tensión, pero también preocupación o temor. Normalmente, también puede venir acompañada de síntomas físicos, como la sudoración o el aumento del ritmo cardiaco.6,11
Es totalmente normal sentir ansiedad en situaciones de estrés, o cuando nos encontramos ante alguna dificultad. De hecho, en ciertos momentos la ansiedad puede ser incluso positiva, proporcionándonos un plus de concentración o energía ante un problema que se nos presenta. Sin embargo, cuando esta sensación se vuelve continua, y el miedo o la preocupación se vuelven difíciles de controlar, podemos estar hablando de un trastorno de ansiedad.6,11
[...] + Ver másLa intranquilidad excesiva ante problemas cotidianos, como laborales o familiares, o las dificultades para controlar nuestras preocupaciones, pueden ser signos que nos alerten de un posible trastorno de la ansiedad.6
Normalmente, las personas que tienen este tipo de problemas pueden superarlos con la ayuda adecuada y llevar una vida normal.
- Ver menosTipos de problemas asociados al miedo
El miedo puede presentarse de muchas formas diferentes. Más allá de los miedos puntuales o las preocupaciones que todos sentimos en nuestro día a día, existen manifestaciones concretas que pueden tener relación con problemas de salud mental, como las fobias o los trastornos del pánico.
Las fobias
En ocasiones los trastornos de ansiedad pueden manifestarse como un miedo irracional hacia algo que realmente no supone una verdadera amenaza, pero que nuestro cerebro sí interpreta como tal. Ese tipo de miedo es lo que conocemos como fobia específica. Es el caso de las personas que padecen claustrofobia (miedo a los espacios cerrados), agorafobia (miedo a grandes espacios abiertos), acrofobia (miedo a las alturas) o la fobia a la sangre y las inyecciones, entre otras muchas.7,8
[...] + Ver másLas personas que padecen este tipo de fobias sienten una gran ansiedad e inseguridad en estas situaciones, que pueden manifestarse también con síntomas físicos como el aumento del ritmo cardiaco o la sensación de ahogo cuando se encuentran ante ellas.7 Sentirán la necesidad de evitar estas situaciones a toda costa, lo que puede llevar a un desgaste emocional importante y a muchas limitaciones, especialmente cuando aquello que temen representa algo importante para mantener la vida diaria (p. ej. lugares concurridos, ascensores o inyecciones).
Trastornos de pánico
Los trastornos de pánico se caracterizan por la aparición de ataques repentinos de ansiedad y/o miedo intensos y puntuales que pueden alargarse durante varios minutos. Las personas que padecen este tipo de trastorno sienten intensas reacciones corporales de ansiedad (sensación de palpitaciones o de ahogo, temblores, náuseas, mareos, entre otros) a menudo acompañadas de miedo a morir o perder el control.12
Inicialmente estos ataques pueden ser espontáneos y producirse en circunstancias donde la persona se encontraba relajada, sin ningún tipo de miedo o fobia previa. Una crisis de pánico puede ser puntual y no repetirse más. Sin embargo, cuando las personas presentan crisis de forma recurrente es habitual que desarrollen un miedo intenso a volver a tener ataques de pánico, o de volver a los sitios donde los han tenido, generando conductas de evitación y fobias asociadas.12
- Ver menos¿Cómo podemos controlar el miedo y la ansiedad?
La ansiedad y los problemas relacionados con el miedo pueden tratarse y superarse. Los profesionales de la salud mental pueden ayudarte a superarlos.
A la hora de tratar fobias, existen diferentes estrategias de psicoterapia, como la terapia de exposición o, de forma más genérica, la terapia cognitivo-conductual, que pueden resultar útiles para ayudarnos a superarlas. La terapia de exposición, particularmente indicada para tratar las fobias, consiste en exponerse a la situación que nos produce miedo de forma controlada y gradual, para que el paciente pueda superarla poco a poco. Por otro lado, la terapia cognitivo-conductual, además de hacer uso de las exposiciones, se centra en conseguir un mayor dominio de nuestras emociones y nuestros pensamientos, con el objetivo de que estos no nos desborden y reducir así la ansiedad.8-11
En algunos casos, el médico puede recomendar la prescripción de algunos fármacos para el manejo de estos trastornos.6
Algunos hábitos muy sencillos pueden ayudarte a mejorar tu salud mental y reducir tu miedo
Las técnicas de relajación pueden sernos útiles en situaciones de estrés, ya que ayudan a reducir la ansiedad y mejorar el control de nuestras emociones.
Estas técnicas buscan producir una relajación general del organismo, ralentizando nuestra respiración, reduciendo la presión arterial, la tensión muscular y el estrés.
Existen varios tipos de técnicas de relajación, pero algunos de los más comunes son:
- Relajación autógena: en este tipo de técnicas se llevan a cabo ejercicios a través de la propia conciencia corporal, combinados también con imágenes visuales, con el objetivo de reducir el estrés
- Relajación progresiva: consiste en llevar a cabo ejercicios de tensión y relajación de los diferentes grupos musculares
Descargar INFOGRAFÍALa meditación puede ser muy útil para ayudar a controlar nuestras emociones y pensamientos. La práctica de la meditación puede servir para relajarnos y reducir el estrés del día a día.
Normalmente las técnicas de relajación combinan elementos como la postura corporal, la respiración relajada, el silencio y la concentración con el objetivo de alcanzar un estado de relajación.
Descargar INFOGRAFÍAArtículos
REFERENCIAS: 1. Garcia R. Neurobiology of fear and specific phobias. Learn Mem. 2017;24(9):462-71. 2. Ávila Parcet A, Fullana Rivas MÁ. El miedo en el cerebro humano. Mente y cerebro. 2016;78:50-1. 3. Torras M, Portell I, Morgado I. [The amigdaloid body: functional implications]. Rev Neurol. 2001;33(5):471-6. 4. Sociedad Española de Medicina Interna. Ansiedad. Fecha de acceso: febrero 2023. Disponible en: https://www.fesemi.org/informacion-pacientes/conozca-mejor-su-enfermedad/ansiedad. 5. Clínica Universitaria de Navarra. Ansiedad. Fecha de acceso: febrero 2023. Disponible en: https://www.cun.es/enfermedades-tratamientos/enfermedades/ansiedad. 6. Ministerio de Sanidad. Guía Práctica Clínica para el Manejo de Pacientes con Trastornos de Ansiedad en Atención Primaria. Fecha de acceso: febrero 2023. Disponible en: https://portal.guiasalud.es/wp-content/uploads/2018/12/GPC_430_Ansiedad_Lain_Entr_compl.pdf. 7. MedlinePlus. Fobias. Fecha de acceso: febrero 2023. Disponible en: https://medlineplus.gov/spanish/phobias.html. 8. Mayo Clinic. Fobias específicas. Fecha de acceso: febrero 2023. Disponible en: https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/specific-phobias/diagnosis-treatment/drc-20355162. 9. National Institute of Mental Health. Depresión: información básica. Fecha de acceso: febrero 2023. Disponible en: https://www.nimh.nih.gov/health/publications/espanol/depresion-sp/. 10. Ministerio de Sanidad. Guía práctica para el manejo de la depresión en el adulto. Fecha de acceso: febrero 2023. Disponible en: https://consaludmental.org/publicaciones/GPCManejoDepresionAdulto.pdf. 11. MedlinePlus. Ansiedad. Fecha de acceso: febrero 2023. Disponible en: https://medlineplus.gov/spanish/anxiety.html. 12. National Institute of Mental Health. Trastorno de pánico. Fecha de acceso: mayo 2021. Disponible en: https://www.nimh.nih.gov/health/publications/espanol/trastorno-de-panico-cuando-el-miedo-agobia/.
PP-PRQ-ESP-0444 febrero/2023