¿Cómo podemos aprender a lidiar mejor con el estrés?

La sociedad de hoy día está sometida a grandes demandas laborales, familiares o sociales que pueden ser difíciles de manejar. Este estilo de vida con tantas exigencias puede llevarnos en muchas ocasiones a sentir estrés.

El estrés es una respuesta física o mental a un estímulo externo que nos genera un desafío, como por ejemplo un problema económico.1

Los factores desencadenantes de estrés son variados, y pueden ser diferentes para cada persona.1 Sin embargo, existen algunos que son bastante habituales, como el exceso de trabajo, problemas sociales y familiares, etc. Muchos de ellos forman parte, con mayor o menor frecuencia, de nuestra vida diaria.1

Además, algunas situaciones excepcionales pueden incrementar nuestros niveles de estrés. Por ejemplo, la pasada pandemia por COVID-19 provocó una situación de estrés generalizado que afectó a la salud mental y emocional de gran parte de la población.2

Efectos del estrés en nuestro cuerpo

El estrés tiene una serie de efectos fisiológicos en nuestro cuerpo, como la liberación de cortisol (la llamada hormona del estrés). Esta hormona, responsable de mantenernos alerta, está presente en condiciones normales, teniendo sus niveles más elevados por la mañana al despertar y disminuyendo gradualmente a lo largo del día.3 El cortisol es capaz de llegar a nuestro cerebro, uniéndose a receptores y provocar cambios tanto estructurales como funcionales en el mismo.4,5 Se ha demostrado que el estrés crónico, que genera una liberación más elevada de cortisol, tiene un impacto negativo en la función cognitiva y puede ser un factor de riesgo para el desarrollo de diferentes patologías como depresión y trastorno de estrés postraumático,5,6 o incluso inflamación generalizada y dolor.7

Consejos para lidiar con el estrés

Es importante aprender a gestionar el estrés, de forma que no interfiera en nuestra vida diaria. Para ello, lo primero y más importante sería poder determinar cuál es la causa, para después poder aplicar técnicas que nos ayuden a controlarlo o reducirlo.

El autocuidado o selfcare es un concepto que ha ido adquiriendo popularidad en los últimos años, y consiste en atendernos y cuidarnos a nosotros mismos desde un punto de vista tanto físico como mental y emocional para conseguir o mantener un estado de salud adecuado.8 Algunas técnicas que pueden ayudar son:

  • Realizar ejercicio físico. Los beneficios del ejercicio físico en nuestra salud son incontables, y está incluso recomendado como tratamiento de patologías como la depresión y la ansiedad.9

  • Seguir una dieta equilibrada y saludable.

  • Mantener una adecuada calidad del sueño. Está científicamente demostrada la relación entre la calidad del sueño y los niveles de estrés.10

  • Organizar nuestro tiempo, estableciendo prioridades y evitando sobrecargas de trabajo.

  • Meditar. Las técnicas como el mindfulness, así como el contacto con la naturaleza, han probado ser muy efectivas para el manejo del estrés.11 Podemos fijarnos un periodo de tiempo realista para meditar, a veces basta con 5 minutos.

  • Disfrutar de nuestro tiempo libre, socializar y reír han demostrado ser de las mejores formas de reducir los niveles de estrés y ansiedad.12

Hoy día vivimos en un mundo que nos bombardea constantemente con estímulos y, a veces sin darnos cuenta, nos sitúa en un estado de alerta constante, que puede resultar perjudicial para nuestra salud física y mental. Por ello, es importante tratar de mantener un equilibrio y reducir el número de estímulos al que estamos sometidos, para dedicar más tiempo a nosotros mismos y lo que nos hace felices.

Referencias

  1. National Institute of Mental Health. ¡Estoy tan estresado! hoja informativa. Fecha de acceso: mayo de 2023. Disponible en: https://www.nimh.nih.gov/health/publications/espanol/estoy-tan-estresado.
  2. Gamonal-Limcaoco S, Montero-Mateos E, Lozano-López MT, et al. Perceived stress in different countries at the beginning of the coronavirus pandemic. Int J Psychiatry Med. 2022;57(4):309-22.
  3. Elder GJ, Wetherell MA, Barclay NL, et al. The cortisol awakening response--applications and implications for sleep medicine. Sleep Med Rev. 2014;18(3):215-24.
  4. McEwen BS, Gianaros PJ. Stress- and allostasis-induced brain plasticity. Annu Rev Med. 2011;62:431-45.
  5. Duval F, González F, Rabia H. Neurobiología del estrés. Revista chilena de neuro-psiquiatría. 2010;48:307-18.
  6. Marin MF, Lord C, Andrews J, et al. Chronic stress, cognitive functioning and mental health. Neurobiol Learn Mem. 2011;96(4):583-95.
  7. Hannibal KE, Bishop MD. Chronic stress, cortisol dysfunction, and pain: a psychoneuroendocrine rationale for stress management in pain rehabilitation. Phys Ther. 2014;94(12):1816-25.
  8. National Institute of Mental Health. Caring for Your Mental Health. Fecha de acceso: mayo de 2023. Disponible en: https://www.nimh.nih.gov/health/topics/caring-for-your-mental-health.
  9. Mahindru A, Patil P, Agrawal V. Role of Physical Activity on Mental Health and Well-Being: A Review. Cureus. 2023;15(1):e33475.
  10. Almojali AI, Almalki SA, Alothman AS, et al. The prevalence and association of stress with sleep quality among medical students. J Epidemiol Glob Health. 2017;7(3):169-74.
  11. Menardo E, Di Marco D, Ramos S, et al. Nature and Mindfulness to Cope with Work-Related Stress: A Narrative Review. Int J Environ Res Public Health. 2022;19(10).
  12. Akimbekov NS, Razzaque MS. Laughter therapy: A humor-induced hormonal intervention to reduce stress and anxiety. Curr Res Physiol. 2021;4:135-8.

 

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