La tecnología ha cambiado enormemente nuestra vida, desde la manera en que interactuamos con nuestros familiares y amigos, hasta cómo hacemos compras o cómo buscamos información sobre problemas de salud.

Otra de estas importantes novedades es la denominada telesalud (telehealth), que consiste en el uso de tecnologías digitales de información y comunicación para acceder a los servicios de atención médica de forma remota. Las aplicaciones móviles (apps) son uno de los recursos utilizados por la telesalud.¹

En la actualidad, las aplicaciones de salud mental están adquiriendo mucha popularidad. Desde la pandemia por COVID-19, que generó una considerable situación de ansiedad y estrés generalizados, la gente comenzó a buscar soluciones que pudieran tener a mano. De esta forma, la creación de aplicaciones sobre salud mental se disparó. A nivel global, cada año hay más de 400 millones de descargas de aplicaciones sobre salud², lo que indica que la población demanda cada vez más soluciones digitales para manejar este tipo de problemas.³

Ventajas de las aplicaciones sobre salud

Algunas ventajas del uso de estas aplicaciones son:

• Comodidad: Se puede acceder a esas aplicaciones en cualquier momento y desde cualquier lugar.⁴
• Gran alcance: Permite el acceso a tratamiento a personas que viven en lugares remotos. Además, permite dirigirse a un gran número de personas en situaciones de crisis (como una pandemia o una catástrofe natural).⁴
• Apoyo a técnicas tradicionales: La tecnología puede complementar vías de tratamiento clásicas (como la psicoterapia, en el caso de la salud mental) proporcionando, por ejemplo, una herramienta para el seguimiento del paciente.⁴
• Recolección de datos objetiva: Las aplicaciones pueden recoger datos del comportamiento de la persona, como localización, movimiento, uso del teléfono, que pueden servir para realizar a posteriori un diagnóstico.⁴

Inconvenientes de las aplicaciones sobre salud

A quién y cómo confiamos nuestra salud es muy importante. Por eso debemos considerar también algunas de las desventajas actuales de estas apps:⁴

• Efectividad por determinar: Hay más de 10.000 aplicaciones móviles creadas para mejorar el estado de ánimo, ayudar a dormir mejor o incluso superar una adicción³. Pero ¿realmente funcionan estas aplicaciones? Aunque la mayoría de apps afirman ser efectivas, muy pocas muestran evidencia científica real.^2,5
• Regulación: En la actualidad es necesario un sistema para regular el uso de estas tecnologías. En Estados Unidos, cualquier aplicación destinada a diagnosticar, prevenir o tratar una enfermedad mental debe ser estudiada y analizada por la Food and Drug Administration (FDA). Sin embargo, la mayoría de las aplicaciones de bienestar o salud mental no hacen afirmaciones médicas de forma abierta, evitando así pasar por los estudios de eficacia o escrutinio de la FDA.^2,6

Tipos de aplicaciones

Algunas áreas populares de desarrollo de estas aplicaciones son:

• Apps de autogestión: Por ejemplo, para pautas de administración de medicamentos, o recomendaciones de manejo del estrés o el insomnio.⁴
• Apps de entrenamiento de habilidades, como apps para mejorar la memoria, que podrían llegar a ser muy útiles en el caso de enfermedades que producen deterioro cognitivo.⁴
• Apps de manejo de la enfermedad en las que el usuario puede conectar con un especialista que pueda ofrecerle guía y recomendaciones terapéuticas.⁴
• Apps de seguimiento pasivo de síntomas y recolección de datos: A través de sensores en los teléfonos, se recoge información sobre patrones de movimiento, interacciones sociales o patrón del sueño, entre otras, que puede ser útil para diagnosticar trastornos de salud mental como ansiedad o depresión.⁴
• Apps de mindfulness, consejos nutricionales o deportivos: Pueden ser de ayuda para mantener una buena salud física y mental, y de esta forma ayudar a prevenir problemas de salud mental.⁷

Estas aplicaciones de salud son muy prometedoras para el manejo de salud mental, y cuentan con un potencial enorme de cara al futuro. Sin embargo, no debemos olvidar que todavía hay muy poca información respecto a su regulación y efectividad, por lo que lo más recomendable es usarlas únicamente como una herramienta complementaria de apoyo.